Nadie es un extraño, el mundo y tu sois uno.

Insphirados nace bajo el amparo y la bendición de Pujya Swami Rameshwarananda Giri Maharaj, de cuya luz, entrega y sabiduría bebe este blog. Esta plataforma tiene como humilde pretensión ser un lugar de encuentro, de reflexión y de andadura para todos aquellos que bajo la inspiración de Swamiji han decidido ir en busca de la Verdad. Cada cual al ritmo de sus posibilidades, con mayor o menor acierto, con mayor o menor constancia. Todos son bienvenidos.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Hecha ya esta pequeña propuesta de proyecto a compartir, seguimos avanzando en el Vedantasara

La reflexión sobre los diferentes estados de consciencia es una especialidad de parte del pensamiento indio que se inició ya en las upanisad. Buscando la Realidad absoluta concluyeron que debía tratarse de algo que no cambiara en ninguna circunstancia, incluidos los distintos estados de consciencia. Y lo único que parecía estar presente en todos ellos era el atman, el sujeto puro, testigo de los tres estados. Pues los objetos físicos sólo estaban presentes en la vigilia, y los objetos mentales, en la vigilia y al soñar; en el sueño profundo, sin embargo, no había objetos, pero permanecía presente, igual que en los otros dos estados, el sujeto autoluminoso e inmutable. Luego este sujeto, el atman, era el brahman, lo Absoluto. El análisis de los tres estados es una de las formas de reflexión y meditación más empleadas en el Vedanta y una de las que se consideran más eficaces para llevar al buscador a la comprensión o descubrimiento de su propio Ser, lo Infinito.

Comentario de Pandu:
estas frases  me parecen de suma importancia.Cuando uno se adentra, por poco que sea como es mi caso, en la vivencia del Vedanta como forma de vida y de ver la realidad y la Realidad, uno parece ir adquiriendo cierta capacidad para discernir qué es, o qué se encuentra en cada estado. Dado que la meditación no consiste en la práctica formal de "sentarse a meditar", que también, sino que es un estado de atención que uno puede y debe mantener permanentemente, uno puede acabar identificando con relativa claridad donde se encuentra en cada momento, en qué esfera y en qué nivel de consciencia.  Podemos distinguir cuando estamos impregnados del mundo tosco, incluso del más tosco de los mundos toscos, y cuando nuestra consciencia adquiere cierta sutileza. Y podemos vivir con ambas realidades. Lo importante es empezar a ser capaz de saber que cuando navegamos por el mundo más tosco de la vigilia y lo físico, no podemos levantar el vuelo, en un sentido más o menos espiritual. Y que cuando pretendemos ser, con toda la modestia, pequeños buscadores de la Realidad, no podemos encontrarla en los niveles más sujetos a pasiones, deseos, ambición, etc. En este plano se desarrolla necesariamente una buena parte de nuestra vida, pero a este nivel de consciencia no podemos pedirle lo que no tiene.
Para gozar de algún vislumbre de lo Real debemos estar envueltos por la quietud y el silencio. Y para que ello ocurra debemos dotarnos de tiempos y espacios de aquietamiento.

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