Nadie es un extraño, el mundo y tu sois uno.

Insphirados nace bajo el amparo y la bendición de Pujya Swami Rameshwarananda Giri Maharaj, de cuya luz, entrega y sabiduría bebe este blog. Esta plataforma tiene como humilde pretensión ser un lugar de encuentro, de reflexión y de andadura para todos aquellos que bajo la inspiración de Swamiji han decidido ir en busca de la Verdad. Cada cual al ritmo de sus posibilidades, con mayor o menor acierto, con mayor o menor constancia. Todos son bienvenidos.

martes, 22 de diciembre de 2015

Un breve comentario sobre el texto anterior del Bhagavad Gita:

Arjuna es el capitán de los Pandavas, los hijos de Pandu. Se enfrenta a los Kurus, un clan perteneciente a su misma raiz familiar, en la batalla de Kurukshetra.
Arjuna le ha pedido a Krishna, Dios encarnado, que sea su áuriga y guíe su carro en la batalla, metafóricamente que lleve las riendas de su propio ser, el carro, en su lucha interior.
Y Arjuna, que es un inquieto devoto, quiere saber cómo reconocer (sólo se reconoce lo que se conoce) a un hombre sabio, dotado de visión divina. Es decir a un hombre liberado en vida.
Y pregunta cuales y cómo son sus palabras, de qué modo habla, pero pregunta también cuál es su silencio. Así que ya en la pregunta va implícito el silencio como un valor, como un elemento que Arjuna intuye debe distinguir al hombre de conocimiento.
Y en la respuesta de Krishna vemos uno tras otro tantos aspectos que introducen ruido en nuestras vidas, un ruido que nos aleja del Ser si no somos capaces de neutralizarlo. Vemos pues que para ascender en nuestro conocimiento del Ser una de las condiciones, necesaria e importante, es despojarnos de tantas cosas que nos sobran, que están impidiendo un silencio sereno, que nos distraen, que nos desarmonizan, que nos perturban.

Lo dejo aquí de momento, para retormarlo pronto. Es un texto de enorme peso y densidad.

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