Nadie es un extraño, el mundo y tu sois uno.

Insphirados nace bajo el amparo y la bendición de Pujya Swami Rameshwarananda Giri Maharaj, de cuya luz, entrega y sabiduría bebe este blog. Esta plataforma tiene como humilde pretensión ser un lugar de encuentro, de reflexión y de andadura para todos aquellos que bajo la inspiración de Swamiji han decidido ir en busca de la Verdad. Cada cual al ritmo de sus posibilidades, con mayor o menor acierto, con mayor o menor constancia. Todos son bienvenidos.

domingo, 12 de julio de 2015

Seguimos viendo como el Vedantasara explica las distintas funciones de la mente

Hemos hablado de buddhi, como función determinante en el conocimiento de un objeto, y de manas, que nos permite deliberar y dudar en el proceso de conocimiento.
Existe una facultad, citta, que suele definirse como memoria. Citta forma parte del intelecto porque proporcionar conocimiento sobre los objetos. Lo específico de este función es que los objetos sobre los que afirma o niega algo ya han sido percibidos antes, mientras que el resto de la buddhi determina la naturaleza de objetos que no han sido percibidos con anterioridad.
Pero la memoria no solo comprende elementos intelectuales, sino también, en gran medida, factores irracionales como puedan ser sentimientos o imágenes. Así pues, la memoria no es solo un aspecto de buddhi, sino una combinación de buddhi y manas.
A modo de ejemplo, pensemos en la percepción de un jarro. A través del sentido de la vista, manas recubre el objeto y adopta su forma. Así aprehendemos la presencia del objeto, sin saber todavía qué es. Es la"percepción indeterminada" (nirvikalpaka pratyaksa). Entonces la memoria, citta, aporta el recuerdo de varios conceptos universales (ser jarro, estar hecho de arcilla, ser marrón, etc) que se asemejan a lo percibido. Y el intelecto, buddhi, atribuye estos conceptos al objeto percibido, determinando así su naturaleza y sus propiedades. Es la llamada "percepción determinada" (savikalpaka pratyaksa). Por último, el sentido del yo (ahamkara) relaciona el objeto con el individuo perceptor: "estoy viendo un jarro", "este jarro me gusta", este jarro es mío". Todas estas funciones de la mente son sucesivas, pero tan rápidas que el individuo las capta como un único proceso.
El intelecto, junto con los sentidos, constituye la envoltura de conocimiento discernidor.
Hemos visto ya que la ignorancia, en su doble aspecto individual y colectivo, es la "envoltura de felicidad" (anandamaya kosa) del atman. Es una substancia que aparentemente cubre la Consciencia Pura y nos impide conocerla. Ahora vemos otras dos envolturas del atman, a las que podemos llamar "envolturas psíquicas", porque están constituidas por esas facultades psíquicas que acabamos de describir. La más sutil  es la llamada "envoltura de conocimiento discernidor" o vijñanamaya kosa, constituida por el órgano interno  o mente cuando está realizando su función determinante, es decir por la buddhi. Pero la buddhi por si sola no puede determinar nada si no va acompañada de los sentidos que le proporcionan sensaciones sobre las cuales afirmar o negar algo.
En intelecto, al determinar la naturaleza de un objeto simultáneamente lo distingue (viveka) de los otros objetos. En el Vedanta, el intelecto, (vijñana, buddhi) es la facultad que lleva el peso de la práctica espiritual, porque es la única capaz de distinguir lo Real de lo irreal y de afirmar la identidad del alma, jiva, con el brahman.

 Comentario de Pandu:
Vemos como, en una paradoja más que define nuestra existencia, el intelecto es a la vez la barrera al conocimiento de lo Real y a su vez la principal herramienta de la que nos dotamos para emprender la práctica espiritual. Porque no es posible conocer o instalarse en brahman a través de nuestra psique o de nuestro conocimiento racional, pero esas herramientas sí nos ayudan a seguir una vía, espiritual, que favorece nuestra disposición a entrar en contacto con lo más sattvico, con brahman en última instancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario