Nadie es un extraño, el mundo y tu sois uno.

Insphirados nace bajo el amparo y la bendición de Pujya Swami Rameshwarananda Giri Maharaj, de cuya luz, entrega y sabiduría bebe este blog. Esta plataforma tiene como humilde pretensión ser un lugar de encuentro, de reflexión y de andadura para todos aquellos que bajo la inspiración de Swamiji han decidido ir en busca de la Verdad. Cada cual al ritmo de sus posibilidades, con mayor o menor acierto, con mayor o menor constancia. Todos son bienvenidos.

viernes, 23 de enero de 2015

Un paso más en este recorrido por el Vedantasara en edición de Jvier Ruiz Calderón

Aunque el Vedanta ha surgido en el seno del hinduismo y ocupa un lugar dentro de la ortodoxia de esta religión, tanto las ideas que defiende como las prácticas que propone pueden transplantarse mutatis mutandis a otras situaciones culturales. Los <<cuatro medios>> son un buen ejemplo de este universalidad del Vedanta: entre ellos no hay ninguno que restrinja la práctica del Vedanta por motivos de sexo, casta o clase social, raza, edad o religión. Cualquier persona puede poseer estas características y, en consecuencia, estar capacitado para recorrer el camino vedántico y alcanzar la liberación. Una cosa es lo que pueda decir la ortodoxia tradicionalista y otra la vitalidad irrefrenable del espíritu, que transgrede todas las normas y rompe todas las barreras.

Hablando de las cualidades  y características que debe tener el aspirante al estudio del Vedanta es Svetasvasara Upanisad dice: <<Esto hay que enseñárselo siempre al que anhela la liberación, tiene la mente tranquila, los órganos sometidos, ha abandonado sus defectos, actúa como está dicho (yathokta), posee virtudes y siempre es dócil (anugata).>>
Este se dócil consiste en seguir siempre al maestro, mostrándose sumiso ante él, sirviéndolo lo mejor posible. Si el aspirante quiere obtener el conocimiento de lo Real, debe someterse enteramente al maestro, obedecerle y servirle.


Comentario de Pandu:
En estas pocas frases, en mi opinión, se describe buena parte del <<campo de batalla>> en el que un aspirante educado en una tradición occidental debe pelear. Y la clave vuelve a estar en la cuestión comentada en la entrada anterior, la capacidad de ver al otro como uno mismo, sentirse uno con él. El maestro representa la parte de nosotros mismos, de nuestras potencialidades, en la que deseamos establecernos. Pero para un occidental esta comprensión  es compleja. Tendemos a ver al maestro como un individuo, más sabio y "mejor entrenado", pero un individuo al fin y al cabo. Nos resulta entonces muy dificil someternos. Encontramos en ello un punto de humillación.
?Por qué se dice que cuando el aspirante está preparado aparece el maestro? Porque cuando el aspirante está preparado da comienzo su evolución y su desarrollo. Y en este momento el maestro deviene aquello más venerable, el objeto de nuestro mayor anhelo. Y la docilidad deviene fortaleza, constancia, perseverancia, determinación. Someterse es un acto de valentía y de entereza por más paradójico que pueda parecer a un occidental. No os parece?

1 comentario:

  1. Siiiii! Es como si el "sometimiento" fuera tal sólo desde uma mirada ignorante. En realidad, es la Entrega, la entrega a la Sabiduría, al Amor, a la Libertad que se expresan a través del maestro. ¡Qué bella es la Verdad, Pandu!

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