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miércoles, 18 de febrero de 2015

Avancemos un poco más en el Vedantasara, explorando el tema de la ignorancia

La ignorancia no es ser ni no ser, por estar entre ambos; el brahman no es ser ni no ser, por estar más allá de ambos.
El testimonio de la sruti (escrituras védicas) demuestra la existencia de la ignorancia, y el intelecto puede postularla a partir de sus efectos para explicar la presencia del mundo temporal, pero sin que podamos entenderla realmente. Por otra parte, el conocimiento superior (para vidya), la experiencia del atman, no permite conocer la ignorancia, igual que la luz del sol no permite conocer la oscuridad: son incompatibles.
Hay tres puntos de vista sobre la ignorancia y todo lo que procede de ella:
1) Para el ignorante que cree lo que le dicen los sentidos, el mundo de la ignorancia es real (vastava)
2) Para el filósofo que intenta entenderla racionalmente, es incomprensible (anirvacaniya)
3) Para el sabio que conoce el brahman, es vacía (tuccha), irreal como un sueño del que se ha despertado
La idea de que la ignorancia consiste en los tres gunas, tamas o la oscuridad, rajas o la actividad y sattva o la bondad, procede de su identificación con la naturaleza material (prakrti) -compuesta de estos tres constitutivos- de la que habla el Samkhya. La diferencia es que para el Samkhya tanto la materia como los constitutivos como todo el universo procedente de ellos son reales, vastu, mientras que para el Advaita son avastu, irreales.
La ignorancia (ajñana) es opuesta al conocimiento (jñana) porque:
- parece obstruirlo, aunque en realidad no puede hacerlo, ya que no hay nada distinto del arman que lo pueda ocultar
-es destruida o refutada por el conocimiento de la realidad.
Todo lo relativo tiene comienzo y fin; lo absoluto no tiene comienzo ni fin. La ignorancia -que es la causa material de lo relativo- tiene fin, pero, sin ser absoluta, no podemos hallar su comienzo. Y según  los sabios, no podemos hallar su comienzo porque en realidad nunca ha existido. La pregunta sobre el origen de la ignorancia no se <<resuelve>> sino que se <<disuelve>> cuando se comprende la inexistencia de ésta.
Sadananda cita un texto de las escrituras para demostrar que hay un poder o fuerza (sakti) divina de la que procede todo el universo y que se manifiesta y se culta en sus constitutivos (gunas). Esta sakti es lo mismo que la naturaleza material (prakrti). Y esta materia-energía que se despliega como la creación entera no es distinta de la ignorancia (ajñana o avidya), también llamada en el Advaita Vedante maya, la ilusión cósmica, la magia o poder creativo de la divinidad que es la causa de todos los mundos. El dios aludido en este texto es Isvara (<<el Señor>>).el brahman con atributos (saguna), que en el Advaita Vedanta no es más que una ficción útil para explicar el origen del universo. Para el brahman nirguna (sin atributos), que es la Realidad Absoluta, ni el mundo existe ni tampoco, en consecuencia, hace falta postular ningún poder o causa material que sirva para explicarlo.

Comentario de Pandu:
el mundo de los sentidos, el mundo que percibimos a través de nuestro cuerpo, es relativo, no tiene <<esencia>>. Es una ilusión, maya, y conforma el reino de la ignorancia, del conocimiento ficticio, relativo y limitado. En su límite superior se encuentra saguna brahman, Isvara, el Dios con atributos que, aún así, forma parte de ese universo de la ignorancia. Cuando alcanzamos, si lo alcanzamos, el conocimiento del Ser, brahman nirguna, el mundo de la ignorancia se desvanece, se disuelve en el Absoluto que lo contiene.

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